Pulido Con este acabado se consigue una superficie plana y brillante, con un tono más oscuro que en otros tratamientos y se cierra los poros de la roca, lo que hace que el material sea más resistente a las agresiones externas.
Apomazado El acabado apomazado es muy similar al pulido, pero sin llegar a alcanzar el su brillo característico. Con este acabado, se consiguen superficies planas, lisas, sin ninguna marca visible.
Aserrado El aspecto resultante es el de una superficie lisa y ligeramente áspera, en algunos casos con pequeñas ondulaciones provocadas por el corte y con un tono claro y mate.
Abujardado Con el abujardado, la superficie presenta pequeños cráteres uniformemente repartidos, que aclaran el tono general del granito.
Flameado Con el flameado se consigue una superficie con cierto relieve, rugosa, algo craterizada y vítrea, proporcionando un aspecto rústico al granito pero sin producir cambios apreciables de color.
Rústico Las superficies del granito se conservan del mismo modo que aparecen, únicamente se rebajan aquellas prominencias que no resultan satisfactorias para el elemento que se quiere conseguir. El aspecto resultante es el del granito en estado puro. |